domingo, 19 de abril de 2009

Un poco de historia... 1º Parte.


En la primera década del 1900 comenzaba a delinearse el barrio en esta zona, de terrenos, quintas y alfares, cuyo propietario era Bartolomé Firpo, motivo por el cual originalmente se lo denominaba barrio Firpo. Este nombre se modificó a partir del 14 de junio de 1951, a través de la aprobación de la ordenanza que cambió esa designación por Barrio Brigadier General Juan Bautista Bustos. El proyecto fue del legislador y a la vez concejal Manuel Martín Federico. Pero sin duda, todos lo reconocerian como Barrio General Bustos.


El barrio participó de la vitalidad expansiva y pujante de la Córdoba de los años cincuenta, coincidente con el advenimiento de las fábricas de motos y automotrices Fiat y Renault, cuya inmediata y benéfica consecuencia fue la aparición explosiva de talleres del ciclo y automotor, además de variedad de otras microempresas: fábricas de calzado y productos alimenticios y de fósforos; frigoríficos, carpinterías y cortaderos de ladrillos como también de frutales y hortalizas.

El ferrocarril que abastecía al puerto de Buenos Aires con los productos del noroeste argentino, atravesaba la parte sur del barrio, produciendo enervantes embotellamientos del tránsito varias veces al día y todos los días.
De sus talleres salían, al interior y exterior del país, locomotoras y vagones fabricados por cordobeses y no cordobeses. la reparación y el mantenimiento de los rodados ferroviarios demandaba también ingente mano de obra...

Una breve introducción...

Hace de un tiempo a esta parte, mi necesidad de seguir escribiendo mi primera novela, me llevo a ejercitar finamente mi memoria. Pero a mis casi 50 años, muchas fotos del alma se van desvaneciendo, no así, sus vivencias.
Es por ello que pensé en la necesidad de reforzar dichos recuerdos acudiendo a terceros, quienes quizá, y en su afán de nostalgia, puedan ayudarme a desandar recuerdos del querido barrio General Bustos, de la ciudad de Córdoba, allá por los sesentas y setentas.
Si sos uno de ellos, bienvenido sea, contanos tus historias, envianos tus fotos, lo que desees con relación a eso tan bello que es el barrio que a uno lo vio nacer.
Hoy estoy demasiado lejos de él, pero viven en mí, esas fotos que seguramente llevaré hasta los últimos días de mi vida. Muchas gracias.